jueves, 2 de julio de 2009

Quizás no sea el vino, quizás no sea el postre. Quizás no sea, no sea nada. Pero hay tanta belleza, tirada en la mesa; desnuda toda rebalsada. Apurás el vaso, vas perdiendo el paso, y en la mesa ya no hay nada. Borracha está la puerta, cerraste y quedó abierta, y puedo escuchar tu llamada..
Oh! Tan solo... Oh! Tan solo... Servida ya tu boca, tan dulce está tu boca, tan dulce como un blues amargo. Un vaso rueda al piso, lento cae al piso, lento y muere en mil pedazos! No quiero dejar que se vean, tus ojos se vean, tan, tan, tan, tan, tristes! Habrá sido el destino o ese vaso de vino...

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